GAS Y PETRÓLEO

Relación entre Repsol y Venezuela peligra por sanciones de EEUU

Repsol está examinando si puede continuar importando petróleo de Venezuela. La compañía energética española evalúa el impacto que las sanciones de Estados Unidos pudieran tener para el acuerdo de deuda por crudo que sostiene con el país miembro de la OPEP.

En los últimos tres meses, Repsol se ha convertido en una importante refinadora de crudo venezolano. Tiene más de su extracción de crudo expuesta a las turbulencias en el país que cualquier otra energética internacional. Casi el 10 por ciento de su producción total de gas y petróleo está en Venezuela.

Un acuerdo de crudo por deuda entre Repsol y Venezuela

El año pasado, Repsol llegó a un acuerdo por el cual Venezuela le envió crudo directamente. Estas entregas sustituyen los pagos por la deuda. También por el gas y el petróleo que sigue produciendo en el país. De esta manera, el gobierno de Nicolás Maduro, con escasez de efectivo, luchaba para cumplir con sus cuentas.

En los últimos tres meses, Repsol ha consumido un promedio de 53,000 barriles diarios de petróleo venezolano. La mayoría es procesado en su planta de Cartagena en el suroeste de España y su planta de Petronor en el norte del país.

En los primeros seis meses de 2018, la energética española había importado un solo cargamento venezolano.

Si la empresa decide detener los envíos, no tendría un impacto inmediato en las finanzas de Venezuela. Ello se debe a que Caracas no recibió efectivo por su crudo bajo el acuerdo de casi trueque.

Sin embargo, esta situación ilustra las dificultades que puede tener Venezuela para encontrar refinadores alternativos para tomar su petróleo. La situación se produce luego de que las sanciones impuestas el lunes por Washington esencialmente lo aislaban del mercado estadounidense, su mayor cliente.

Estados Unidos trata de asfixiar las finanzas del régimen de Maduro

Las sanciones de Estados Unidos se introdujeron al reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino. Estas medidas han sido criticadas por comerciantes de energía. Los ejecutivos señala que están son vagas y ofrecen poca claridad para las empresas no estadounidenses.

Algunos sospechan que el Departamento del Tesoro  ha enturbiado intencionalmente las aguas para ahuyentar a los compradores alternativos del petróleo venezolano.

John Bolton, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, pareció hacer explícita esta amenaza.  “Mi consejo para los banqueros, corredores, comerciantes, facilitadores y otros negocios: no comercie con oro, petróleo u otros venezolanos productos básicos “, dijo a través de su cuenta de twitter.

Venezuela busca alternativas

Los segundos y terceros mayores compradores de crudo venezolano antes de las sanciones son India y China. Estos países son los que tienen más probabilidades de aumentar las importaciones. Ello ahora que alrededor de 500,000 b/d de suministros a los EEUU, tendrán que encontrar un nuevo destino.

Pero los analistas han advertido que gran parte del crudo de Venezuela es muy pesado y con alto contenido de azufre. Por ello, pocas refinerías están en capacidad de procesarlo fácilmente. Esta realidad deja potencialmente a la petrolera estatal PDVSA luchando por encontrar compradores.

Empresas estadounidenses podrían verse afectadas

Chevron CorpHalliburtonSchlumbergerBaker Hughes y Weatherford International tienen operaciones en Venezuela. Éstas podrán  continuar sus operaciones  con PDVSA y sus empresas conjuntas hasta el 27 de julio.

La producción podría caer aún más si estas compañías, que ya han reducido sus operaciones, finalmente abandonan el país.

Chevron tiene cuatro operaciones conjuntas en Venezuela. Recientemente, la empresa informó que continuará trabajando en el país.

ConocoPhillips y Exxon Mobil se fueron de Venezuela hace años. Su partida ocurrió después de que el presidente Hugo Chávez expropiara parte de sus operaciones.

Firmas europeas y asiáticas también están a la expectativa

Equinor de Noruega tiene una participación del 9,7 por ciento en un proyecto de petróleo pesado en el área de la Faja del Orinoco (sur). La compañía también tiene una participación del 51 por ciento en un bloque de la Plataforma Deltana (este).

La gigante petrolera estatal rusa Rosneft y la CNPC de China tienen intereses sustanciales en varios campos petroleros en Venezuela. Sus dimensiones  empequeñecen los de cualquier otro país. Al igual que la española Repsol, la francesa Total, la italiana Eni, la japonesa Inpex y la india ONGC Videsh poseen participaciones minoritarias en los campos petroleros.

Lukoil formó parte de un consorcio ruso para desarrollar la producción en Venezuela. Sin embargo, renunció hace varios años. Desde entonces ha reducido considerablemente su presencia en el país.

(Energía 16)

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