Argentina: estructura de mercado del gas natural (Análisis)
Desde el año 2017 Argentina ha implementado el Plan Gas para fomentar el mercado de gas natural, con el fin de atraer las inversiones e incrementar la producción local. Hasta el año 2016, los precios del gas natural y del petróleo estaban congelados para aislar el efecto del incremento de los precios internacionales y de esta manera abastecer al mercado interno con precios bajos. El efecto fue que, pese a la existencia de importantes reservas, el país no desarrolló su potencial y, de esta manera, se hicieron cada vez más dependientes del gas natural importado.
El gas importado proveniente desde Bolivia por ductos y de ultramar como Gas Natural Licuado, se compra a precios internacionales, luego el Gobierno argentino vende ese gas a precios subsidiados en el mercado interno, es así que los productores locales enfrentaban bajos precios para cubrir sus operaciones y una creciente competencia externa.
En 2009 la producción argentina cubría el 100% de las necesidades nacionales de consumo, pero luego este número fue descendiendo gradualmente, hasta llegar a 2014 cuando la producción nacional alcanzaba para abastecer al 70,65%, en ese momento la dependencia de Argentina del gas boliviano llegaba a 13,8%, y las importaciones de GNL representaban el 15,62%. Luego a partir del Plan Gas la participación de la producción local se ha incrementado a 79,92% para 2018 –dato pronosticado- mientras que la dependencia del gas de Bolivia llega a 12.25% y de GNL 7.86%.
Argentina se caracteriza por ser la economía latinoamericana con mayor dependencia del gas natural. Dado que, 51.1% de la matriz energética de ese país depende del gas natural. Por comparación, en Brasil la matriz energética depende en 11% del Gas natural, y el consumo total anual llega 44.674 millones de metros cúbicos en 2017, en tanto que en Argentina el consumo llega a 44.65 millones de metros cúbicos, ligeramente menor.
A su vez este país posee las segundas reservas a nivel mundial de gas no convencional principalmente en la formación de Neuquén, donde existe el famoso yacimiento de Vaca Muerta. Si bien este famoso yacimiento ha incrementado su producción gracias al Plan Gas, su producción sirve, en parte, para reemplazar la baja en la producción en yacimientos más antiguos. Por ejemplo, el yacimiento de Loma La Plata representaba el 13,91% de la producción nacional en 2009, con una producción de 6.7 Miles de Millones de Metros Cúbicos al año, pero para 2018 este yacimiento decayó a 2.6 Miles de MM de M3 al año. Argentina en 2018 posee 1295 yacimientos de gas, de los mismos, la producción está en expansión en 257, en declive en 332, y 706 yacimientos pasaron a ser inactivos. La producción total está en ascenso, pero aún es inferior a la existente en 2009.
La demanda de gas natural en Argentina está compuesta de dos partes, la demanda base y la demanda estacional. Durante los meses de invierno el consumo tiende a incrementarse; principalmente por el incremento del consumo residencial y las centrales eléctricas, en tanto que la industria presenta un nivel de consumo estable a lo largo del año.
Por otra parte, la matriz energética de gas natural en Argentina está compuesta de tres clases de fuentes, la producción nacional, las importaciones de Bolivia, y las importaciones de otras naciones. La producción nacional y las importaciones de Bolivia siguen un patrón estable a lo largo del año, así que ambas son utilizadas principalmente para para atender a la demanda base.
En cambio, las importaciones de Gas Natural por ductos de otros países (Chile) y las importaciones de GNL se realizan para cubrir la demanda estacional.
Es importante destacar, que la demanda base siempre se atiende con la fuente más barata y estable, mientras que la demanda variable se atiende con fuentes más costosas y que puedan prescindirse, es decir, cambiar un proveedor por otro. Argentina compra GNL que es un mercado spot, donde se adquieren los cargamentos de GNL según las condiciones de mercado del momento, no en base a acuerdos contractuales de larga duración.
El gas más barato para la Argentina es el procedente de Bolivia, cuyo precio ha variado desde los USD 4,07 por millar de pies cúbicos en enero de 2016, a USD 7,38 por millar de pies cúbicos en noviembre de 2018. En cambio, la provisión de gas de Chile, se realizó en los meses invernales a precios superiores a los de Bolivia, y GNL a su vez es la fuente más costosa de gas natural importado.
En Argentina se da incentivos para el desarrollo del sector petrolero a partir de la promulgación de la Resolución 46-E/2017 del Ministerio de Energía y Minería el 2 de marzo de 2017.
En el Anexo de la resolución se define el precio mínimo que el Estado reconoce a las empresas productoras de la siguiente forma: (i) 7,50 USD/MMBTU para el año calendario 2018, (ii) 7,00 USD/MMBTU para el año calendario 2019, (iii) 6,50 USD/MMBTU para el año calendario 2020, (iv) 6,00 USD/MMBTU para el año calendario 2021 .
La producción local en Argentina bajo el Plan Gas puede competir con las importaciones estacionales, pero aún tiene un precio superior a las importaciones de gas procedentes de Bolivia. De esta manera el gas argentino está enfocado a sustituir las importaciones estacionales, y a medida que la resolución 46 esté vigente se espera que la producción se incremente y se pueda a comenzar a sustituir las importaciones procedentes de Bolivia.