Pese a que YPFB debe asumir su rol en Emtagas, optó por ocupar las oficinas y ejercer la distribución de gas en solitario en 2019, finalmente Montes convocó a Tarija a los trabajadores.
Punto final a Empresa Tarijeña del Gas (Emtagas) en el Chaco. O eso parece. El Gobernador Óscar Montes decidió tirar la toalla en un asunto que ya fue cerrado judicialmente el 12 de octubre de 2020 por la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, en la Ciudad de Sucre, cuando se convalidó la intervención de las instalaciones de la empresa gasífera en el Chaco por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a pedido de su ejecutivo Regional, José Quecaña.
Así lo admitió el Gobernador, que además indicó que mandó a llamar a los funcionarios que se desempeñan en las sedes de Yacuiba, Villa Montes y Caraparí para asignarles nuevas funciones en Tarija, seguramente con el objetivo de que se desvinculen para ahorrar masa salarial, pues las “deudas” de Emtagas también rondan los 200 millones de bolivianos.
Una larga polémica
La polémica viene de largo plazo, pues desde el decreto de la nacionalización de 2006, YPFB estaba obligado a tomar posesión de la mayoría accionaria de Emtagas, con lo que eso supone en responsabilidades e ingresos, pero, sin embargo, nunca lo hizo. De esa forma, en todo el país se han instalado millones de conexiones de gas domiciliario, mientras que en Tarija, que según el censo de 2012 era la región con mayor cobertura del servicio, con más del 40% de los hogares conectados, se fue quedando rezagada.
Posiblemente se podía haber acordado un trabajo común desde Emtagas con YPFB, pero las rivalidades políticas no lo permitieron ni siquiera en el interinato de Lino Condori, donde Tarija siguió pagando el gas más caro del país pese a producir el 70 por ciento – actualmente apenas llega al 50 por ciento por el declive de sus pozos –. Quecaña y el entonces Ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, optaron por la vía de la confrontación.
2019 era año electoral y Tarija siempre fue territorio de disputa, más simbólico que numérico, pero además venía ajustada. El 26 de marzo la policía intervino los edificios administrativos de Emtagas exhibiendo la resolución de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que autorizaba a YPFB a operar el sector en la Región Autónoma, algo que fue calificado en su momento como innecesario, porque evidentemente la estatal petrolera es dueña de toda la cadena de los hidrocarburos.
Para la Gobernación dirigida entonces por Adrián Oliva, el asunto fue una expropiación del patrimonio departamental en beneficio de un tercero, que además era el rector de la cadena, lo cual no tenía sentido. Durante la breve gestión de Víctor Hugo Zamora se logró un acuerdo que restituía Emtagas en el Chaco, pero de nuevo en diciembre de 2020, cuando el Movimiento Al Socialismo (MAS) retornó al poder, YPFB volvió a ocupar las oficinas y desalojar a los funcionarios de Emtagas.
“Lamentablemente hubo una autoridad chaqueña que pidió que Yacimientos se haga cargo del gas en el Chaco, a partir de eso hubo una serie de procesos judiciales y en octubre del año pasado la anterior gestión de la Gobernación perdió el juicio, lo que obliga a que yacimientos opere en el Chaco. Desde hace dos meses que la gente en el Chaco esta sin nada que hacer, así que les hemos instruido que se constituyan todos en Tarija para asignarles nuevas funciones, porque no podemos tener trabajadores sin nada que hacer”, informó el gobernador del departamento, Oscar Montes Barzón.
Sin Emtagas, un paso atrás en el Chaco
Con la Autonomía Regional vigente en el Chaco, la Gobernación de Tarija va replegando elementos de acuerdo a la praxis política y la norma estatutaria. Diferentes fuentes advierten que sacar a Emtagas para colocar a YPFB no es profundizar la autonomía, sino lo contrario, y al mismo tiempo se reducen elementos de cohesión entre ambas instituciones.
Cabe señalar que en el pasado se propuso crear una Empresa Chaqueña también para el gas, como Emchel para electricidad, pero ni una ni otra avanzó./Fuente: El País
