
La decisión del electorado en octubre no solo definirá quién gobernará Bolivia en los próximos cinco años, sino también cuál será el rumbo de un sector que sigue siendo pilar de la economía y clave para la estabilidad nacional.
E n octubre, Bolivia vivirá un balotaje histórico que definirá el rumbo político, económico y energético del país. Los dos candidatos que competirán en segunda vuelta, Rodrigo Paz y Jorge Quiroga, han presentado sus visiones para enfrentar uno de los desafíos más urgentes: la crisis en el sector hidrocarburífero, que atraviesa un escenario de declinación de reservas, altos subsidios a los combustibles y dependencia de importaciones.
En este escenario presentamos un repaso comparativo de las propuestas de ambos aspirantes, resaltando coincidencias, diferencias y los posibles impactos de sus planes de gobierno.
Subsidios a los combustibles
Rodrigo Paz sostiene que la reducción del impacto fiscal de los subsidios debe partir de una revisión del Decreto Supremo 24914, que regula la política de precios de los carburantes. Su planteamiento es gradual y se basa en evaluar y optimizar los actuales mecanismos de provisión, abriendo la posibilidad de que las plantas de almacenaje de YPFB presten servicios a terceros.
En contraste, Jorge Quiroga plantea medidas más inmediatas y focalizadas. Su propuesta consiste en mantener los subsidios, pero dirigirlos principalmente al transporte público y a los sectores más vulnerables, eliminando el subsidio generalizado que incentiva el contrabando. Además, propone subir el precio que se paga internamente a los productores de petróleo, de manera que se hagan rentables reservas hoy inactivas, reduciendo así la dependencia de las importaciones de diésel y gasolina.
Exploración y reservas
Ambos candidatos coinciden en que Bolivia necesita reactivar la exploración y ampliar sus reservas de gas y petróleo. Sin embargo, difieren en el enfoque.
Paz plantea modificar variables que mejoren la rentabilidad de la inversión, tanto privada como de YPFB, siempre y cuando existan contratos firmes con mercados externos que den certeza a los proyectos. Considera fundamental atraer inversión nacional e internacional, pero subraya que la confianza se construye con resultados concretos.
Quiroga, por su parte, detalla medidas más estructurales. Propone cambiar la Ley de Hidrocarburos eliminando los costos recuperables y simplificando los contratos. Además, plantea un sistema impositivo dependiente de volúmenes y precios, competitivo con la región, que incentive la exploración. Para dinamizar la producción en el corto plazo, sugiere otorgar incentivos adicionales al precio del gas, de modo que campos no rentables se activen y generen volúmenes para evitar cortes de suministro interno y mantener exportaciones al Brasil.
Rol de YPFB
En cuanto al futuro de la estatal petrolera, las posiciones también difieren. Rodrigo Paz prefiere primero evaluar la situación de YPFB antes de definir si requiere reestructuración, modernización o asociación con privados. Considera que cualquier decisión debe basarse en un diagnóstico técnico y financiero.
En cambio, Quiroga apunta directamente a una reforma del marco regulatorio que afectará de manera directa el rol de YPFB. Al eliminar costos recuperables y simplificar contratos, la empresa estatal pasaría a tener un papel más ágil en la gestión y fiscalización, sin cargar con obligaciones que hoy limitan la inversión, como la exploración.
Redistribución de recursos
En este punto, Paz marca distancia al señalar que la descentralización económica y administrativa no compete directamente al Ministerio de Hidrocarburos y Energía, aunque reconoce que será parte de la reorganización del Poder Ejecutivo en su conjunto.
Quiroga no aborda de manera explícita la redistribución de recursos entre regiones en su propuesta energética, pero al promover cambios fiscales y tributarios transparentes, sugiere que los beneficios llegarán a mediano plazo a todo el país.
Seguridad jurídica
Ambos candidatos coinciden en que atraer capitales internacionales exige garantías. Para Paz, la principal herramienta será abrir mercados externos y mejorar las condiciones internas que hagan atractivo invertir.
Quiroga amplía esta visión con un paquete más detallado: seguridad jurídica, promoción activa de inversiones, incentivos fiscales competitivos y cambios normativos que den previsibilidad a largo plazo.
Energías renovables
En este tema, las diferencias son claras. Rodrigo Paz menciona la necesidad de diversificar mercados y productos energéticos, pero sin precisar una política integral sobre renovables.
Quiroga, en cambio, incorpora un capítulo específico para la transición energética. Propone modificar la legislación eléctrica para incentivar inversiones en fuentes hidroeléctricas, eólicas, solares y geotérmicas, con el objetivo de que al menos el 50% de la generación provenga de renovables en el mediano plazo. Además, plantea políticas de apoyo a los biocombustibles, articulando un mercado que pueda complementar la matriz energética y reducir la dependencia de importados.