GAS Y PETRÓLEO

¿Optar por el GTL y convertirnos en exportadores de granos?

Este año 2024 cesará la importación de gas natural boliviano por parte de Argentina. Expertos proponen que ese gas se convierta en GTL para reducir los costos del subsidio. Entre tanto, sugieren refocalizar el subsidio de forma gradual y diferenciada para evitar una crisis social.

Este año 2024 Bolivia dejará de suministrar gas a uno de sus mercados del sector hidrocarburífero. En ese sentido, surge la siguiente interrogante ¿qué se hará con el gas que ya no se exporte a la Argentina?
El expresidente de YPFB Chaco, Pedro Torquemada, indicó que el país tiene dos opciones. La primera podría ser el incremento de esos volúmenes de venta al mercado brasilero, y la segunda, disminuir los 10.8 MMmcd de la producción (promedia) de los campos. “El caso más crítico es el segundo, pues traería consigo una disminución de la producción de líquidos en aproximadamente 10.800 bpd dada la relación existente entre producción de gas y líquido asociado. Mientras que la primera opción, también probable, por la cercanía política con el vecino país, sería adecuada, pues evitaría esa pérdida de líquido. Sin embargo, no debemos olvidar que Petrobras ya no tiene el monopolio del mercado del gas y hay que competir con otras empresas”, aclaró Torquemada.
Además, dijo que este volumen de líquidos que se deje de producir, implica mayor importación de carburantes.
El exejecutivo de YPFB Chaco, recordó que ahora el mercado brasilero demanda según los contratos que consiga la estatal. Ejemplificó que sean 10 MMmcd que no logre vender YPFB, ese volumen significa 350 MMpcd aproximadamente, que si se convierte a líquido, es decir GTL, se extraerían 350 mil barriles por día de combustible (diésel y gasolina), dependiendo del tipo de tecnología.
“Al implementarse esta tecnología a partir del gas disponible, se deja de exportar divisas por un volumen equivalente a 35 mil barriles de líquidos al día como mínimo”, señaló.
En el año 2022 se vendió en valores brutos un monto equivalente a $us 2.200 MM aproximadamente en los tres mercados mientras que la importación de combustible costó al país alrededor de $us 2.999 MM según reporte del INE, lo cual claramente muestra un déficit económico en el balance de ventas de gas vs importación de combustible.


En este sentido, Torquemada plantea cambiar el paradigma de país exportador de gas, a productor de líquido iniciando la transformación del gas que se dejará de exportar, usando tecnología conocida como GTL por sus siglas en ingles. Esto permitirá abastecer el mercado interno con diésel y gasolina. Además, al adoptar esta tecnología GTL, se reduce la necesidad de subsidios costosos. Esta transición hacia la autosuficiencia energética no solo beneficiaría a la economía nacional, sino que también mitigaría los impactos ambientales asociados con la quema de combustibles fósiles.
Según datos del Banco Mundial, las plantas de GTL pueden llegar a costar, dependiendo de su capacidad, desde $us 500 millones a escala mundial, produciendo 10.000 bpd; hasta $us 1 millón una microplanta capaz de producir 1 bpd.
“Al producir los volúmenes necesarios de carburantes para mover al sector agroproductor, se amplían las fronteras agrícolas y a su vez nos convertirnos en exportadores de granos y alimento, ya que en un futuro este es uno de los factores más importantes para el mundo entero, además del agua” explicó.
Cuando el gobierno apoye y se alíe al agro, que debe ser bajo un sistema de “ganar-ganar”, el “Estado debe recibir divisas por las exportaciones de los granos. La metodología de desarrollar este negocio debe ser estudiada por ambas partes, de cómo como afrontar riesgos y utilidades”, dijo.
Otro aspecto que señaló el expresidente de la filial de YPFB Corporación, es que para reducir el consumo de gasolina se debe regular la venta a vehículos que funcionan con gas natural para evitar la reventa. “Si un vehículo funciona a gas, no tiene por qué cargar gasolina, pues existe la gran posibilidad que lo revenda”.
Por su lado, la analista energética, Isabel Chopitea, coincidió con Torquemada, e indicó que una las prioridades inmediatas del sector es la subvención, porque al agotarse la producción, el país debe importar más carburantes.
Asimismo, dijo que la especulación por la falta de combustible debido a las largas filas en los surtidores, creará un mercado ilegal de reventa. “A qué empresas les interesaría venir a Bolivia a invertir si tenemos precios congelados y hay contrabando”, cuestionó.
Sin embargo, para no afectar de manera directa al bolsillo de la población, y evitar una crisis social, Chopitea planteó que se realice de manera gradual y consensuada. “Las autoridades tienen que debatir con los sectores que representan a la población, para refocalizar la subvención y establecer bandas de precios diferenciadas, que consideren por ejemplo, el año de importación del motorizado, modelo, marca, tipo de cilindrada; es enfocar mejor la subvención porque hay población vulnerable, y se deben introducir precios diferenciados”, apuntó.
Del mismo modo indicó que a través del sistema B-Sisa, la ANH junto a otras instituciones deben controlar el contrabando.

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