Los productores de soya están a la espera de la fijación del precio de venta para estudiar las inversiones que realizarán y así entregar la producción que estará destinada al biodiésel.
“En primer lugar (hay que) fijar un precio, comprometer la inversión de la industria para el proceso de esterificación, que es un proceso en el que el aceite crudo sin refinar está listo para ser mezclado con el diésel”, afirmó ayer el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Reinaldo Díaz.
El empresario recordó que en marzo se firmó un convenio con el Ministerio de Hidrocarburos para introducir el aceite de soya en la matriz energética y para eso se tiene que hacer inversiones.
El 18 de marzo, los empresarios de Santa Cruz se reunieron con el presidente Evo Morales y acordaron el uso de biotecnología en la producción de soya, para la fabricación de biodiésel y anunciaron que el aditivo será implementado en un corto plazo.
En esa fecha, el ministro Luis Sánchez mencionó que en la actualidad existe una superficie de producción de soya de 1,3 millones de hectáreas en Santa Cruz.
Éstas no deben ser afectadas porque ya tienen un destino, que es el mercado interno y de exportación, razón por la cual, mediante una autorización del uso de biotecnología, se pretende incentivar el incremento de la frontera agrícola con 250 mil hectáreas adicionales, cuya producción se destinará a otro mercado que es el de biodiésel.
El Gobierno anunció que se necesitan 100 millones de litros extras de aceite vegetal para procesar el biocombustible, por lo que se necesitan más hectáreas.
(Página Siete)