
En 2018, la producción de gas natural de Tarija registró su peor nivel desde 2014, según datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Expertos atribuyen la baja al agotamiento de los campos hidrocarburíferos.
El reporte de la estatal petrolera refleja que Tarija, el mayor productor del país, cerró en diciembre con una entrega de 19,94 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y su promedio anual fue de 28,33 MMmcd.
En 2014, la región del sur del país llegó a producir 40,83 MMmcd (ver gráfica).
El último mes del año pasado Santa Cruz cerró con 10,62 MMmcd y alcanzó un promedio de 15,57 MMmcd.
Si bien el nivel anual es superior al obtenido en 2014, cuando se registraron 10,66 MMmcd, no se tenía en ese entonces el aporte del campo Incahuasi con 7,5 MMmcd y opera desde 2016.
La Secretaría Departamental de Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija identifica como las causas principales la declinación de los campos.
Sábalo redujo la producción de 18,29 MMmcd en 2015 a 13,07 MMmcd en el segundo semestre de 2018. En otro de los reservorios importantes el aporte de San Alberto descendió de 7,31 MMmcd a 3,74 MMmcd.
En el campo, Itau, la oferta bajó a la mitad, de 1,98 MMmcd a 0,73 MMmcd; mientras que Margarita mantuvo su volumen.
Hace cuatro años, Tarija aportaba con el 68,7% de la producción de gas que se destinaba para los mercados interno y externo, principalmente Argentina. Hoy su contribución es de sólo 55,6%.
El secretario de Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija, Freddy Castrillo, manifestó que se “acaba” el gas boliviano y el Estado no tuvo la capacidad de reponer las reservas y garantizar la sostenibilidad de los mercados y los compradores del energético boliviano.
Estos ya no confían en la política hidrocarburífera del país.
“El no tener ningún descubrimiento a la fecha y la caída del precio de los hidrocarburos, prevé que este 2019 se iniciará con una fuerte caída de los ingresos departamentales y nacionales, debido a que los mercados cada vez compran menos volúmenes de gas”, advirtió Castrillo.
El Gobierno espera que este año se concluya con la perforación de cinco pozos -Sipotindi, Jaguar, Boyuy, Caranda e Incahuasi- y puedan ingresar en operación.
Además, se prevé consolidar los mercados privados de Brasil y Argentina, también llegar a Perú y Paraguay, según confía el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez.
Una menor producción de gas se traducirá en menores regalías y recaudaciones del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
La demanda del energético cerró en 13,3 MMmcd en el caso de Brasil, cuando el contrato estipula 30,08 MMmcd y en el caso de Argentina en 8,8 Mmmcd, pese a que el contrato estipula al menos 17 MMmcd en verano.
(Página Siete)