No será la primera vez que la transnacional brasileña Petrobras y la subsidiaria YPFB Chaco ingresen a la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía para realizar trabajos de exploración en las áreas petroleras de San Telmo Norte y Astillero.
En 1968, según datos del proyecto de “Gestión de Pasivos Ambientales en Áreas Protegidas y su Influencia en el Recurso Hídrico”, y del Sernap, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) perforó el pozo Cambarí y actualmente tiene una filtración de petróleo que emana con destino al río.
Siete años después perforaron el pozo Churumas X1 y en 1991 el pozo Domo que se encuentra a unos 5 kilómetros del campamento ecoturístico El Cajón, en la margen del río Grande de Tarija.
Según Navarro, se perforó el pozo Churumas X2 hasta la formación geológica Los Monos y no se llegó a Huamampampa, pero es una reserva con un potencial de gas natural que puede ser explotado en caso de que el pozo Bermejo X44 tenga problemas de abastecimiento.
“Antes la gente no hacia problemas, YPFB ingresaba y salía como en su casa, no tenían inquietud ni pedían nada y seguían viviendo en la miseria. Ahora ponen a la naturaleza para exigir compensaciones económicas por el impacto ambiental”, dijo el extécnico de la petrolera estatal.
Para el asesor ambiental del Ministerio de Hidrocarburos, Jorge Ríos, antes no había Ley del Medio Ambiente y las empresas petroleras hacían lo que querían sin control alguno, pero ahora el escenario ha cambiado totalmente porque se tienen una cantidad de normas ambientales que garantizan la protección del medio ambiente.
El pozo Cambarí, que es el más antiguo dentro de la Reserva de Tariquía y contamina una afluente que lleva el mismo nombre, está a 55 kilómetros de la carretera entre Tarija y Bermejo ingresando por la comunidad El Salado.
Los pozos Churumas X1 y X2 están situados aproximadamente a unos 30 kilómetros del camino Bermejo – San Antonio, en el límite fronterizo con la Argentina.
Más allá del accionar de los comunarios de Chiquiacá que se oponen a la exploración y el apoyo de la institución cívica y plataformas ambientalistas, el área protegida ya fue intervenida por la petrolera estatal a finales del 60, a mediados de la década del 70 y principios del 90.
(El Deber)