La extracción de gas se estancó. El desafío es incrementar la producción, reconducir la industrialización y adecuar la norma para atraer inversiones.
Siempre se ha destacado el privilegio que tiene Bolivia por su ubicación geográfica, porque le permite acceder a los mercados de toda Sudamérica. Si a la fecha tenemos todas las facilidades para atender con gas los mercados de Brasil y Argentina, la capacidad de producción ha ido mermando año tras año, y esto ha ocasionado que perdamos parcialmente espacio en ambos mercados.
Indudablemente la pandemia ahondó esta situación por la que atraviesa el mercado gasífero boliviano. Los expertos en el área suponen algunas soluciones, coinciden en la necesidad de atraer inversiones modificando la normativa para incrementar reservas y consolidar más mercados o ampliar los existentes.
“Aunque se haya firmado un acuerdo para la renovación del contrato con Brasil por cinco años más, y esto otorgue un poco de oxígeno a la economía, no existen más los contratos de largo plazo como el GSA que teníamos con el país carioca ante la carencia de nuevas reservas gasíferas en el país”, dijo Saul Encinas, managing Partner de Deloitte en Bolivia.
Esta aseveración es apuntalada por el analista en hidrocarburos, Hugo de la Fuente, quien refuta la dejadez de las autoridades por no haber realizado las gestiones necesarias. “Todos los países que han desarrollado el gas natural han pasado a la siguiente fase, que es transformarlo en Gas Natural Licuado (GNL); y nosotros podemos utilizar el litio como un instrumento que nos permita avanzar firmando un contrato con Japón por ejemplo”, apuntó De La Fuente.
Para el ex superintendente de Hidrocarburos y analista del sector, Carlos Miranda, el gas tiene una potencial demanda dado el compromiso suscrito en el Acuerdo de Paris, en el que señalan que el desfasamiento de los combustibles fósiles se efectuará con gas natural para disminuir la contaminación que está causando un incremento en la temperatura del planeta con efectos desastrosos por cambios de clima.
Pero el gas boliviano tiene competencia incluso en sus dos únicos mercados. “Vaca Muerta en Argentina y el PreSal brasileño son competencia para la exportación de nuestro gas, pero esa producción de gas cubrirá sus mercados internos (brasileño y argentino) en diferentes circunstancias”, sostuvo Miranda.
Argentina, incluyendo la producción que tienen en Vaca Muerta no alcanza a cubrir las necesidades de su mercado y cubre las deficiencias con importaciones de nuestro país y por tanqueros de LNG. Las producciones de formaciones de lutitas gasíferas y petrolíferas no son totalmente previsibles porque no se puede pronosticar todavía el comportamiento de esas lutitas por los pozos perforados. Eso inevitablemente empuja a la Argentina a ser importadora de LNG por tanquero, y de gas natural por gasoducto de parte de nuestro país.
La producción de gas del PreSal brasileño viene de campos de gas y condensado cuyo comportamiento puede ser previsto, al contrario de los campos de lutitas, mostrando inconvenientes que también serían solucionados con tanqueros de LNG. Esos déficits fácilmente serían cubiertos por Bolivia.
Por su lado, el experto en energía e hidrocarburos, Francesco Zaratti, aseguró que Bolivia no reúne las condiciones de competitividad para atraer inversiones de riesgo y de ninguna manera puede permitirse seguir arriesgando fondos públicos en esa tarea. Por tanto, el desafío de esa actividad es mejorar las condiciones legales, económicas y sociales para atraer inversiones. “Desafortunadamente la CPE ha puesto una camisa de fuerza al sector, cuyo único resquicio, dejado por el anterior gobierno, es la estéril Ley de Incentivos. Reorientada, esa ley podría ayudar a mejorar el panorama, pero requerirá otros cambios normativos que habrá que consensuar”, añadió.
OPINIONES
Hugo De La Fuente, Consultor en asuntos legales
“Si logramos un contrato con Japón por ejemplo para el litio, por 20 o 30 años, nos daría una posición importante con el LNG. El litio debería ser la moneda de cambio con el gas”.
Carlos Miranda, Analista en hidrocarburos
“Para ampliar nuestro mercado de gas debemos adoptar políticas impositivas y arancelarias que hagan menos atractiva la importación de motores a diésel y gasolina”.
Francesco Zaratti, Físico e investigador analista del sector
“Otros contratos de exportación del gas de YPFB están supeditados al descubrimiento de nuevas reservas. Y no veo cabida a la exportación a ultramar de gas vía LNG”.
Saúl Encinas, Managing Partner Deloitte S.R.L.
“Hablar de LNG hoy creo que es una utopía, lo que necesitamos es incentivar a los productores para que éstos realicen inversiones y podamos incrementar el nivel de reservas”.
MERCADOS
Brasil y Argentina. Ambos países tienen reservas de gas en constante crecimiento e irán reemplazando periódicamente el gas boliviano, nuestra ventaja es que todas las facilidades están instaladas.
n Urupabol. Hace algunos años la CAF financió un estudio para exportar GNL a través del proyecto Uruguay-Paraguay-Bolivia (Urupabol). La idea era colocar el gas en Montevideo para licuefacción y desde allí vender gas al mundo.
Marco legal. Se necesita una nueva normativa, generar seguridad jurídica, asegurar contratos de más mercados, atraer inversiones e incrementar reservas.