
Analistas indican que ante la falta de gas para el mercado externo, Bolivia podría “reexportar” gas argentino. No obstante, existe un contrato con Argentina hasta 2026 que frena la posibilidad, pero podrían aprovechar la firma de la sexta adenda a fin de este año para negociar.
Bolivia tuvo que improvisar la interconexión del pozo Incahuasi 5 (ICS5), ubicado al suroeste de Santa Cruz para abastecer el mercado argentino y, desde el vecino país se anunció una multa por incumplimiento de contrato. La reducción de los volúmenes, según informó la estatal, fue debido a problemas de fuerza mayor en el pozo Margarita-X3 operado por Repsol.
La estatal debía entregar en esta época del año unos 8 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), pero desde el 22 de octubre está en falta y le transfiere a Integración Energética Argentina (IEASA, ex Enarsa) entre 6 y 7 MMm3/d. La sumatoria de la penalización sería por 10 millones de m3.
No obstante, YPFB informó que sufrió junto a Repsol una falla operativa y lo catalogó como un “evento de fuerza mayor”, por lo que estaría a salvo de una multa, según informaron en un diario argentino. No obstante, el vicepresidente de YPFB, Armin Dorgathen dijo que si Argentina decidiera ir por la compensación, ya que el contrato prevé fuerzas mayores operativas como lo que pasó en esta situación, es un evento fortuito, pero en caso de que Argentina no esté convencida, esta compensación económica pasa el operador Repsol.
Adenda
Argentina y Bolivia deben negociar antes de fin de año la sexta adenda al contrato. La producción de gas en el país está en declinación (42 MMm3/d y una caída del 3% a 4% anual) y prioriza su mercado interno (15 MMm3/d) y las exportaciones de gas a Brasil (20 MMm3/d). Por lo tanto, los excedentes son cada vez menores, tanto para exportar a la Argentina, Brasil y su mercado interno.
En este sentido, según El Cronista, las autoridades energéticas argentinas quieren que Bolivia reduzca al mínimo su inyección en verano, cuando sobra el gas local, y eleve las entregas en el invierno, ya que reemplazan importaciones de gas licuado más caras $us 7 frente a $us 15 por millón de BTU proyectados para el año que viene- y de combustibles líquidos para la generación eléctrica.
Por eso, el exministro de Hidrocarburos y analista, Alvaro Ríos Roca apuntó que “la solución es que Argentina construya el Gasoducto Néstor Kirchner, revierta el Gasoducto Norte y consiga demanda de exportaciones en Chile y Brasil”.
Precisamente, el presidente argentino Alberto Fernández anunció el inicio del proceso para la construcción de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner y del Sistema de Gasoductos Transport.Ar Producción Nacional, que partirá desde Tratayén para permitir una mayor producción de gas desde Vaca Muerta y la Cuenca Neuquina en general. La secretaría de Energía e IEASA realizarán un llamado a licitación pública que contará con una ampliación presupuestaria de 40.000 millones de pesos.
¿Qué posibilidades
tiene Bolivia?
Por otro lado, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, habló sobre el proyecto entre Vaca Muerta y Brasil, y estimó que podría concretarse hacia fines de 2023. “Es la obra binacional más importante de la historia”, manifestó.
En ese contexto, el profesor e investigador brasilero, Edmar Luiz Fagundes de Almeida explicó a Energy Press que Argentina ya había diseñado un proyecto de exportación de gas a Brasil, incluso importa gas hasta una termoeléctrica en Uruguayana, frontera entre Brasil y Argentina, esta termoeléctrica hasta hoy consume gas argentino y había la intención de conectar Uruguayana hasta Porto Alegre. Es un gasoducto de 600 km que no se concretó porque Argentina tuvo una crisis, solo se construyeron 50 km de los 600 km. “Sería terminar este proyecto, pero se necesita invertir mucho dinero, demandas y contratos de largo plazo para conseguir la financiación”, sostuvo.
Dijo que Bolivia está muy bien ubicada para aprovechar el potencial de exportación hacia Brasil porque tiene un gasoducto con 10 MMmcd disponible para exportar.
Consideró que existe la oportunidad de “reexportar” gas argentino porque en breve tendrá excedentes y, este país está conectado a Bolivia. “Mientras se puede aprovechar hacer llegar gas argentino a través de Bolivia a Brasil, pero es una negociación compleja. Se deben hacer negociaciones del tránsito de gas desde el punto de vista comercial”, dijo Almeida, también ex director de Investigación del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Rio de Janeiro – Brasil.
Explicó que técnicamente no es complicado hacerlo, porque hay muchos casos en el mundo donde el gas comercializado es de otro país. “Desde el punto de vista diplomático no creo que sea difícil hacer esa negociación, creo que si hay interés de ambas partes es posible. La producción en Vaca Muerta crece rápidamente, 30% en un año desde el año pasado, en muy breve habrá gas exportable, ya sea para Chile o Brasil”, sostuvo.
En la perspectiva de la analista y experta en hidrocarburos, Susana Anaya el problema es que para exportar a Brasil desde Argentina se requiere un gasoducto que tiene un costo elevado y Argentina no tiene recursos para invertir, por eso es que una alternativa es utilizar la infraestructura existente tanto en Argentina como en Bolivia, para llevar ese gas procedente de Vaca Muerta, a través de Bolivia hasta Brasil a Sao Paulo y después a Porto Alegre, hay la infraestructura, existen los gasoductos, dijo.
Técnicamente, en Argentina tendrían que reacondicionar los gasoductos para hacerlos funcionar en reversa, señaló Anaya.
Por su lado, Ivan Rodríguez, Consultor Producción Petrolera y Gas Natural, dijo que hay dos etapas que deben analizarse, una es la contractual y la otra es la operacional. “Operacionalmente un ducto que después de ponerlo en norma y reacondicionarlo puede fluir en el otro sentido, y se puede revertir indefinidamente en el otro sentido, o se lo puede volver bidireccional, en Bolivia tenemos ductos bidireccionales, como el Yabog por ejemplo”, dijo.
Así también, señaló que hay factores importantes como la edad de los ductos, el mantenimiento y la integridad deben ser evaluados antes de tomar la decisión de revertir el flujo y “eso se hace con inversiones”.
Empero, dijo Rodríguez, desde el punto de vista contractual es complicado, porque tenemos un contrato hasta el 2026 con la Argentina.
Anaya coincide con Rodríguez y dice que el problema es el contrato hasta 2026, precisamente por las cantidades originales que son bastante altas (27.7 MMmcd) que no podemos cumplirlos, por eso se hacen las adendas. La 4ta adenda se hizo de 11 a 14 millones MMmcd y la 5ta que está vigente hasta el 15 diciembre, ha reducido esos volúmenes de 8 a 10 en verano y de 15 a 16 MMmcd en invierno.
“El plazo se cumple el 31 de diciembre de 2021 y para esa fecha tenemos que tener un nuevo contrato, una nueva adenda suscrita con Argentina. Tanto YPFB como la empresa de la Argentina seguramente están en negociaciones para el próximo año 2022”, aclaró la analista.
Se requiere que Argentina desarrolle su capacidad de producción en Vaca Muerta, que lleguen a un acuerdo los tres países. De esa forma Bolivia mantiene el mercado brasilero y utiliza sus gasoductos para exportar gas proveniente de Argentina hasta el Brasil. “Aunque se dice que Argentina quiere cortar dos años el contrato, hasta el 2024. Entonces de estas negociaciones depende que se utilice la infraestructura de Bolivia, el costo es más bajo de lo que significaría la construcción de nuevos ductos”, añadió Anaya.