Luis Arce llegará mañana a Buenos Aires para reunirse con Alberto Fernández y cerrar un acuerdo común.
Como parte de las negociaciones de urgencia que Argentina mantiene con sus vecinos de Brasil y Bolivia por la crisis energética que se vive a nivel mundial por la guerra en Ucrania, el presidente boliviano Luis Arce llegará este jueves a Buenos Aires para reunirse con su homólogo en Argentina, Alberto Fernández y cerrar un acuerdo común: hablarán de la posibilidad de avanzar en un entendimiento que impida al país caer en un desabastecimiento grave de gas durante el invierno.
Según confiaron a El Cronista fuentes calificadas de la Casa Rosada, Fernández recibirá a Arce para avanzar en negociaciones que por lo bajo mantienen las secretarías de Energía de Brasil, Bolivia y Argentina. Estas negociaciones están trabadas según reconoció el mismo canciller argentino Santiago Cafiero.
“Los presidentes de Argentina y de Bolivia decidieron encabezar ellos mismos la negociación por la provisión de gas para el invierno porque lleva meses trabada y representa un recurso estratégico y esencial para nuestro país”, dijo el canciller Cafiero a la agencia Télam anoche al ratificar la información adelantada por El Cronista.
Con la visita de Arce el gobierno argentino negocia con Brasil y Bolivia una mayor provisión de gas para evitar que haya cortes de electricidad en invierno. “Es el triángulo de la energía para enfrentar al mundo”, graficó un funcionario argentino sobre este eventual entendimiento entre los tres países. Es que la guerra en Ucrania y las sanciones económicas aplicadas a Rusia dispararon el precio del petróleo y encarecieron el insumo de gas a nivel mundial.
FMI: Cuánto gas necesitará importar Argentina durante 2022?
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere conocer si Argentina podrá cumplir su promesa de crecer este año entre 3,5 y 4,5% anual. Desde Washington se busca que pronto llegue a la sede del organismo el dato presumiblemente final de la cuenta que el país deberá pagar este año para proveerse del gas necesario para garantizar el uso doméstico y, fundamentalmente, los requerimientos de la industria.
Para el FMI el número será muy alto, superior a los $us 2.000 millones extras a lo presupuestado; dinero que Argentina no estaría en condiciones de generar.
El dato sobre el costo para la importación extra de gas al país se conocerá con relativa rapidez, y será decisión del Ejecutivo argentino el compartir o no el dato con el FMI. O reservarlo hasta fin de año. La pista sobre el nivel de dólares que habrá que reservar para el gas de 2022 se obtendría en horas, cuando el presidente Fernández y Arce, se reúnan exclusivamente para discutir con el argentino la provisión del combustible para 2022, y el precio que se cobrará.
La sospecha es que la demanda del gas boliviano es regional, y que hay intenciones de Arce de renegociar valores ya firmados. O, en su defecto, reducir la cantidad de combustibles a destinar al mercado argentino. Son cuestiones que se resolverán esta semana y que determinarán la tranquilidad (o preocupación) del gobierno argentino.
Fuentes: El Economista y Ámbito