Tariquía y Chiquiaca la marcha de la dignidad
Tariquia y Chiquiaca, son Valles desarrollados en dos amplios sinclinales en los cuales la naturaleza creó las condiciones físicas ideales para que se desarrollara la vida animal y vegetal con una intensa red de quebradas, riachuelos y ríos que bañan toda la reserva en los cuales habitan peces de diferentes especies.
Además, se desarrolló un suelo rico en nutrientes, cuyo espesor es protegido por la frondosidad de los árboles. En el subsuelo se encuentran estratos sedimentarios del Terciario y Cuaternario, altamente porosos y permeables que permiten la acumulación de grandes volúmenes de agua dulce.
Debajo de estas importantes riquezas naturales, y dentro de la Reserva, se encuentran tres megas estructuras: San Telmo, Churumas y Astillero. Las dos primeras, en el “corazón” de la reserva. En Churumas existe un pozo descubridor de hidrocarburos, perforado por YPFB: Churumas – X2. 1994 con una reserva estimada de 1,5 TCF de gas. En la estructura de San Telmo, se estima encontrar una reserva de 2 TCF de gas.
Durante seis meses, de noviembre a abril, época de lluvias Tarija se beneficia con cuatro corrientes de aires ricos en humedad que ocasionan las lluvias. La primera que viene del Sur, llamada Surazo; la segunda que viene del Norte, de la Amazonia; la tercera, del Oeste, mar Pacífico; y la cuarta, del Este, Atlántico.
El problema es en la época de estiaje, de mayo a octubre cuando se presenta la sequía. Tariquia proporciona a través del Cañón de la Ventolera, la humedad necesaria que baña el valle tarijeño y la serranía de Sama. Esta humedad se congela en la tarde y noche, al otro día el sol calienta esta agua congelada y se produce el deshielo. De esta manera la ciudad de Tarija y el valle tarijeño es permanentemente aprovisionada de agua en todas sus quebradas que drenan hacia el río Guadalquivir.
Si se corta este ciclo hidrológico a través de la deforestación por la actividad petrolera u otras se romperá el equilibrio físico, no habrá agua, no habrá aire rico en oxígeno y se terminará el aire acondicionado natural del cual siempre hemos disfrutado. “No estoy diciendo que el sol se ocultará y la luna se escapará”.
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, promete para Tarija $us 2.800 millones por concepto de regalías si se explotan las 3 megas estructuras. Por lo expuesto anteriormente a los tarijeños no nos interesa esa suma de dinero por concepto de regalías, ni estamos dispuestos a pagar un alto precio para obtener ingresos económicos, nos interesa los miles de millones que vale Tariquia por sus grandes depósitos de agua dulce, su flora, su fauna y su suelo. El 75% de la población tarijeña, rechaza la explotación de hidrocarburos en el área protegida de acuerdo a una encuesta realizada en la región.
160 días de vigilia en el área protegida, 157 kms recorridos en 7 días de caminata por: hombres, mujeres y niños. Comenzaron aproximadamente 200 marchistas, conforme avanzaban como la naciente de un río. Fue aumentando su caudal hasta hacerse “torrentoso” al llegar a la ciudad, donde miles de personas brindaron su apoyo a los marchistas y al grito de: “Tariquia no se toca. Tariquia se respeta. Tariquia fuente de vida y fuera las empresa petroleras”, se llegó a la plaza principal donde se realizó el Cabildo exigiendo el cumplimiento de nueve puntos.
En los rostros humildes y sencillos de la gente de campo que se sacrificó durante mucho tiempo, quemados por el sol, castigados por las noches frías o las lloviznas, se notaba el cansancio del esfuerzo realizado para hacer conocer su voz de protesta. Nos dijeron en sus mensajes: “somos la voz de los árboles, de los animales, del agua de las quebradas y de los ríos para concluir diciendo: la tea que dejamos encendida en defensa de Tariquia, nadie la podrá apagar”.
Se vivieron momentos de muchos sentimientos que hacían “cascabelear” el corazón. Personas mayores, hombres, mujeres y niños que caminaban a paso lento pero seguros de llegar a su objetivo: hacer escuchar su voz de protesta o su bronca contenida.
Silvana, una hermosa mujer de campo, madre de 13 niños y niñas caminó con dos de sus pequeños: Nemías, un niño de 11 años y un pequeño de 3 añitos que su madre lo transportaba en un cochecito.
Lupita, una linda perrita chapi, acompañó la marcha de 157 kms, junto a sus dueños un matrimonio joven con mucha consciencia ambiental. Lupita era marcada por partes y otros trechos tenían que caminar. Si un pueblo no tiene orgullo, no defiende sus intereses, no tiene razón de existir: es un pueblo sin dignidad.
Los campesinos de la Reserva de Tariquia, nos dieron una hermosa muestra de valor, pese a sus limitaciones económicas, de salud y educación, avanzaron paso a paso por su dignidad y su territorio y concluyeron: “Tariquia No Se Toca”.
Dinero se consigue, la dignidad es una moneda difícil de conseguirla, no nace, se la construye. Como la construyeron estos grandes hombres, mujeres y niños de la Reserva de Tariquia que quedará grabada en la memoria de nuestros pueblos. Dios Salve a Tariquia.
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