Los efectos de la pandemia reflejan un futuro incierto. La principal fuente de ingresos y recursos para el país sufrió un “nocaut”. Las cifras de exportación de hidrocarburos bajaron más de la mitad.
Era perfectamente predecible que la crisis sanitaria traería los peores problemas financieros registrados desde la segunda guerra mundial. El principal rubro que sostiene la economía boliviana sufrió un grave impacto durante los primeros siete meses de este año.
Las exportaciones hidrocarburíferas cayeron drásticamente. Entre enero y julio del 2020 las ventas externas de Bolivia de hidrocarburos sumaron 1.273 millones de dólares por la venta de 5 millones de toneladas, cifras muy inferiores a lo registrado en el mismo periodo de la pasada gestión, cuando se había exportado $us 2.824 millones, es decir que se registró una baja del 55% en el valor y 45% en el volumen, dijo María Esther Peña Cuéllar, gerente Técnico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas – INE, la exportación de gas natural al Brasil en los primeros siete meses del 2020 bajaron de $us 727 millones a 595 millones, es decir $us 132 millones menos, en términos porcentuales fueron un 59% menor comparado con enero – julio del 2019.
COMBUSTIBLES
Evidentemente la cuarentena ha paralizado en gran medida al parque automotor, siendo éste el principal consumidor de gasolina, asimismo las industrias y transporte pesado que, son grandes consumidores de diésel también disminuyeron su actividad, lo que ha llevado a un descenso en las importaciones de combustibles; un 72% menos de gasolina y un 60% menos de diésel en relación a lo que se había comprado externamente entre enero y julio del 2019. Significando para Bolivia un ahorro de divisas de $us 578 millones.
Los hidrocarburos son una fuente importante de ingresos de divisas para Bolivia y de recursos para la administración pública, lo que hace imperante su reactivación a través de la negociación de nuevos contratos de venta dentro del mercado brasilero como también de otros mercados, sostuvo Peña.
La inversión en exploración y certificación de reservas es importante, pero también la profundización en la producción de combustibles renovables que permitirán al país seguir ahorrando divisas y generando empleos.
En junio pasado, Brasil redujo sus compras de gas natural a Bolivia por efectos de la pandemia. La reducción estaría por debajo de los 14 MMmcd según un acuerdo pactado en marzo pasado. La estatal brasileña Petrobras se amparó en una cláusula de “fuerza mayor” para justificar la reducción en sus compras.
ÉXITOS Y FRACASOS
Daniel Centeno S.
Hasta julio de este año, el sector hidrocarburífero logró el descubrimiento de hidrocarburos en Sipotindi y Aguarague Centro. Además se continuó con la perforación en algunos prospectos exploratorios.
Sin embargo hubo aspectos negativos que impactaron al sector, como el pozo exploratorio Jaguar X6 que resultó seco. Pese a que existe demanda de urea no se activó como industria productiva. Se eliminó el costo del transporte del gas a Brasil desde Río Grande hasta frontera a Petrobras.
Como acción inmediata se debe incrementar la perforación de pozos exploratorios para determinar la potencialidad en reservas probadas y probables de hidrocarburos para negociar nuevos mercados.
Se deben destacar hasta ahora los proyectos de Huacareta, Iñiguazu, Astillero y Villa Montes profundo.