
La crisis del rubro, sumada a la sanitaria, provocó que las empresas de servicios enfrenten un proceso de “desmantelamiento”.
La crisis económica por la que atravesaba el sector, con precios bajos del petróleo, sumado a la pandemia por el Covid-19, irrumpió sin duda en los planes de negocios de las empresas. No obstante, uno de los sectores más afectados fue el de servicios que, desde la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), indican que fueron nefastas.
Actualmente, el sector privado está desarrollando algunos proyectos exploratorios dentro de los compromisos que las empresas asociadas han asumido en el marco de sus contratos con YPFB. Otras están comenzando a trabajar en el marco del Plan Nacional de Exploración que lanzó YPFB. Por ello, ven con expectativa este proceso y confían en que pueda tener un impacto positivo en el corto plazo, y se generen condiciones económicas que viabilicen inversiones en el largo plazo, algo fundamental para el sector, reportaron desde la CBHE.
Desde el punto de vista de la exportación de gas, durante el primer semestre del año se ha logrado un incremento con relación al mismo período de 2020, que era previsible con la progresiva reactivación de las actividades en nuestros principales mercados, Brasil y Argentina.
IMPACTO DE LA CRISIS SANITARIA
La crisis sanitaria llegó en un momento muy complicado del sector, que ya enfrentaba una crisis, a la que se sumó la económica. El efecto de esta combinación se sigue sintiendo y desde sus inicios, obligó a realizar ajustes y revisiones de los planes de negocio a nivel mundial y local.
El sector, al ser estratégico, mantuvo la continuidad de sus operaciones desde que se inició la pandemia, por lo cual, las empresas asociadas a la Cámara (CBHE), siguieron adelante con las inversiones y proyectos que ya estaban comprometidos en el marco de sus contratos con el Estado boliviano y, con el objetivo de contribuir al cumplimiento de los compromisos contractuales asumidos por el país.
Esto implicó adoptar protocolos y todas las medidas de prevención, incluso desde antes de que el Covid-19 llegara al país, lo que generó grandes cambios y adecuaciones en cada una de las operaciones durante el período más fuerte de las restricciones sanitarias y hoy la prevención continúa siendo la prioridad.
Estas acciones permitieron mantener las operaciones, fundamentalmente en lo que se refiere a la producción de hidrocarburos. Algunos proyectos fueron afectados temporalmente, hasta que su ejecución se adecuó a las nuevas condiciones sanitarias, aspecto en el cual también fue importante la coordinación con las autoridades locales y comunidades vecinas a las diferentes operaciones.
Sin embargo, esta doble crisis está teniendo un impacto muy fuerte sobre todo en las empresas de servicio, las que son parte de una cadena de actividades que se inicia en la exploración y continúa en la perforación y exploración de los campos, además de todas las tareas que son necesarias para la producción de hidrocarburos, incluyendo transporte, distribución, servicios y suministros especializados.
Pese a los esfuerzos por optimizar y lograr mayor eficiencia, las empresas de servicios hoy enfrentan un proceso de desmantelamiento de las capacidades humanas y técnicas desarrolladas durante los últimos 20 años, alcanzando altos estándares de especialización y cualificación.
NORMATIVA
“Nuestro objetivo es impulsar la reactivación de la industria. Para ello, tenemos el compromiso de trabajar en conjunto con los organismos de gobierno, fundamentalmente el Ministerio de Hidrocarburos y Energía e YPFB. Además, consideramos esencial mejorar la competitividad y el atractivo para las inversiones en el país, garantizando la seguridad jurídica”, señalaron desde la CBHE.
Lo importante es que las inversiones y el potencial negocio futuro hagan viables las operaciones, pues eso es lo que están buscando las empresas a nivel mundial y Bolivia compite con otros países en la búsqueda de capitales. El sector requiere condiciones para atraer inversiones y ello implica una nueva normativa específica, que contemple incentivos e incorporar nuevos modelos contractuales ágiles y desburocratizados, adecuados a la realidad de los campos productores en Bolivia.
En respuesta a las consultas de Energy Press, la CBHE indicó que ven con expectativa el plan nacional de exploración que se ha puesto en marcha y confían en el mensaje de las autoridades nacionales de buscar la viabilidad técnica y económica en los nuevos proyectos.
CONDICIONES Y SEGURIDAD JURÍDICA
La transición energética es un proceso en marcha y Bolivia no puede quedar al margen, pues se están produciendo grandes cambios y las empresas que se dedicaban tradicionalmente a la exploración y producción de hidrocarburos, hoy están modificando sus estructuras de negocio para contribuir al cambio de matriz energética y a los objetivos mundiales de reducción de emisiones. Además, están desarrollando acciones en todas sus operaciones y eso también se traduce en la incorporación de mayor eficiencia y nuevas tecnologías en Bolivia.
El compromiso que asumieron muchas empresas es avanzar hacia las 0 emisiones netas y eso implica, entre otras cosas, la diversificación de sus modelos de negocio para aumentar su presencia en energías renovables, manteniendo su actividad en el Upstream.
“Bolivia tiene interesantes opciones para desarrollar proyectos en este camino de transición energética y estamos convencidos de que podemos trabajar en conjunto en una alianza pública-privada. No obstante, siempre que existan las condiciones adecuadas para la atracción de inversiones y la seguridad jurídica que requieren todas las actividades”, apuntó la CBHE.