Electrificación del parque automotor
La ganancia para el gobierno, es que, al existir menos vehículos a combustible, Bolivia tiene soberanía energética.
Bolivia es una nación con varias formas de generación energética disponibles como ser gas natural, buena radiación solar, viento, una topografía favorable para la generación hidroeléctrica, y como si fuera poco, dos importantes salares como son Uyuni y Coipasa con significativas reservas de litio.
Sin embargo, el principal recurso energético utilizado por los bolivianos, es aquel que apenas poseen; petróleo. La matriz energética de Bolivia desde el punto de vista del consumo se basa principalmente en petróleo y sus derivados. La mayoría de la energía consumida en Bolivia es aquella proveniente del crudo. Dado que el 58,59% de las necesidades energéticas de los bolivianos, son cubiertas con este producto.
La principal razón por la que los bolivianos consumen tanto petróleo y derivados, es la actividad del transporte, en Bolivia esta actividad absorbe más de la mitad de las necesidades energéticas del país. En tanto que la industria y el consumo residencial, tiene una menor participación en el consumo de energía en el país. (Ver tabla 1)
Entonces el consumo de energía no es sostenible porque depende un producto que no se tiene, y cuyos precios en los mercados internacionales son volátiles, y en ocasiones puede sobre pasar los $us 100 el barril. Por esa razón Bolivia necesita liberarse del petróleo para poder tener soberanía energética.
En Bolivia el parque automotor en 2003 era de 443.888 vehículos, para 2020 esta cantidad se incrementó a 2.109.117, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas, esto quiere decir que la cantidad de vehículos se quintuplico. Para que Bolivia dependa menos del petróleo, es necesario que el parque automotor del país se vuelva eléctrico. El 64,62% de los vehículos de Bolivia pesan 1,4 toneladas o menos, son automóviles pequeños o motocicletas, mismas que pueden convertirse de gasolina a eléctricos en un taller.
La propuesta es que el Gobierno establezca un Crédito de Vehículo Social y, mediante este financiamiento las personas deberían poder acceder a un crédito en condiciones concesionarias, mismas que les permitan a las personas pagar por la transformación de su movilidad.
La ganancia para el gobierno, es que, al existir menos vehículos a combustible, Bolivia tiene soberanía energética, disminuye la dependencia en importaciones y baja el gasto fiscal dedicado al subsidio a la gasolina. Por otro lado, el crédito puede servir como una inyección de circulante a la economía, dando trabajo a los talleres dedicados a la conversión. También, los bancos se benefician por tener un nuevo producto para ofrecer y generar ganancias para ellos.
Y finalmente con 1.362.881 vehículos susceptibles de ser electrificados, es posible generar un mercado interno para las baterías a litio. Mismas que pueden ser provistas por Yacimientos del Litio Boliviano (YLB), y se espera que esta empresa pueda ganar experiencia en la fabricación de las mismas, para poder ser luego convertirse en un exportador de baterías de litio de clase mundial. (Ver tabla 2)