Ser un país extractivista, la falta de seguridad jurídica y el poco desarrollo de proyectos alternativos, convierte a Bolivia en un país poco atractivo.
El sector atraviesa una crisis generada por diferentes factores, según señalaron expertos consultados por Energy Press. Además de las repercusiones provocadas por la pandemia, que ocasionó una baja demanda de minerales, mencionaron la falta de exportación de minerales fundidos; la instabilidad jurídica y la poca claridad en la ejecución de proyectos alternativos. Todo esto convierte a Bolivia en un país menos atractivo para inversionistas internacionales.
El analista y responsable del ámbito minero en Fundación Jubileo, Héctor Córdova expresó que el pasado año, Bolivia explotó una cantidad récord de oro (42 toneladas) que más del 98% fueron registradas a nombre de cooperativas y solo una mínima parte correspondía a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol). El valor fue de, aproximadamente, 2.000 millones de dólares, dejando al país, entre impuestos y regalías, 50 millones de dólares, cifras alentadoras que significaron excelentes ingresos que, ahora, no se han podido alcanzar, tanto por la paralización de actividades del sector como la poca demanda.
“En este momento, solo la Comibol exporta casi toda su producción (estaño extraído de Huanuni y Colquiri, fundido en Vinto) produciendo ingresos, porque ni las cooperativas ni las empresas privadas incorporan, en sus operaciones, procesos metalúrgicos extractivos”, señaló Córdova, respecto a la situación actual.
Fue asesor de la comisión de desarrollo económico de la Cámara de Diputados en temas mineros; presidente ejecutivo de la Corporación Minera de Bolivia; viceministro de desarrollo productivo minero y metalúrgico; CEO de varias empresas privadas, entre ellas Promining Bolivia. Constituyó una empresa con tecnología de punta para recuperar elementos valiosos de los minerales bolivianos y eliminar la contaminación ambiental provocada por residuos sulfurosos. Analista, responsable del ámbito minero, en Fundación Jubileo.
Pero diversas circunstancias adversas internas y externas, dieron como resultado una significativa crisis de la empresa estatal. En 2019, se impidió que la fundición cumpliera sus compromisos con los proveedores por lo tanto, la deuda con ellos se acumuló hasta ser insostenible. Huanuni y Colquiri, decidieron exportar su producción como concentrado de estaño y paralizar la fundición por falta de materia prima.
Si bien Bolivia ha retomado el rumbo de las exportaciones, se ha limitado a ser un país extractivista perdiendo la oportunidad de exportar grandes volúmenes de mineral fundido y generar mayores ingresos.
En este contexto, José Padilla afirmó que es importante la creación de fundidoras, porque “el mineral fundido cuesta cinco veces más que un concentrado, he propuesto a los cooperativistas establecer pequeñas fundiciones en zonas donde haya buenas reservas de mineral, este sería un primer paso para dejar de ser un país extractivista”.
Por otro lado, los expertos hicieron referencia a otro factor que afecta el desarrollo del sector minero, la seguridad jurídica.
Aunque hay leyes que fomentan las inversiones públicas y privadas, también se han establecido medidas que alejan a las internacionales, tal es el caso del impuesto a la riqueza, que no solo afectaría a la minería sino también a otros sectores que buscan inversión del extranjero para poder crecer.
Otro factor determinante, en el repunte de la actividad, es el establecimiento de contratos claros para el desarrollo de proyectos alternativos. Muchos de ellos podrían enfocarse en la región oriental del país, como sería el caso de la explotación de hierro, piedras semipreciosas y hasta oro.
Padilla y Córdova reconocieron que, con la explotación del Mutún, Santa Cruz tiene el potencial para ser un importante centro minero, aunque hay varios elementos en contra. No se logró un avance significativo por la falta de mano de obra calificada; tampoco se tienen las condiciones de logística para la exportación, a pesar de tener una pequeña salida por Puerto Busch, a esto se suman las fluctuaciones en el precio del hierro.
Además, de estas alternativas plantearon el descubrimiento, habilitación y explotación de nuevos yacimientos como el de las piedras semipreciosas en La Gaiba y de oro en San Ramón.
Por su parte, Padilla se refirió a las reservas de litio como una de las más grandes a nivel mundial. “Había un contrato pendiente con una empresa alemana, para desarrollar este tema. Deben verse cuáles serían los mecanismos para los nuevos acuerdos, creo que se debe ver el tema de las de baterías y poder construir vehículos eléctricos en el país”, para generar fuentes de trabajo además de cambiar el parque automotor nacional.
