Oswaldo Irusta: El desempeño del sector eléctrico
El crecimiento de la capacidad efectiva en 2021 alcanzó a 3.590 MW, un 13% más que 2020; destaca la tecnología de ciclo combinado que creció un 16%.
Parte I
El uso de los recursos y el resultado de dicho uso son ámbitos que permiten determinar el desempeño de un sistema o un sector.
En esta ocasión evaluaremos el desempeño del sector eléctrico, desde el punto de vista de la oferta, centrados en dos aspectos, la producción de electricidad y la calidad del servicio en el Mercado Eléctrico Mayorista, en el Sistema Interconectado Nacional (SIN)
En 2021, la producción de electricidad creció en 8,2% respecto de 2020 y 4,6% de 2019, mientras que a nivel mundial y en América del Sur la variación fue del 6% . En el SIN, el mayor crecimiento se observó en la producción de energía eólica (86,4%) , seguida por la energía solar (36,6%), mientras que a nivel global, el incremento en la producción se concentró en la energía producida en carbón (9%), seguida por aquella basada en energías renovables (6%).
El crecimiento de la capacidad efectiva para producir electricidad en 2021 alcanzó a 3.590 MW , un 13% más que 2020; destacando que la tecnología de ciclo combinado creció en 16%. Este crecimiento ha determinado que la producción termoeléctrica con base en gas natural crezca después de una tendencia decreciente desde el año 2016, sin embargo el consumo del gas natural disminuyó, esto se debe a que las unidades de ciclo combinado poseen mayor eficiencia de todas las unidades termoeléctricas en el SIN.(Ver cuadro 1)
El desempeño eléctrico del SIN, se puede valorar a partir de tres indicadores, la energía no suministrada, la duración de la interrupción de la demanda máxima (DREQ) , y la frecuencia (número de veces) en que la demanda máxima es interrumpida (FREQ). Respecto del indicador DREQ, desde 2019, el indicador se viene deteriorando, eso quiere decir que el tiempo de interrupción de la demanda máxima cada vez es mayor, mientras que respecto del FREQ, las veces que se interrumpió la demanda máxima en 2021, fue menor que en 2020 y 2019.
En lo que corresponde a la energía no suministrada, se observa un importante deterioro en el indicador, pues el nivel alcanzado a noviembre de 2021 es el mayor en el periodo 2016-2021. (Ver cuadro 2)
Complementariamente para evaluar el desempeño del SIN, desde la oferta, es importante observar el costo marginal de la producción de electricidad, así en 2021 se ha registrado el menor valor en el periodo 2016-2021, alcanzando a 15,6 $us/MWh; correspondiendo a una reducción del 16,6% respecto de 2020.
Desde los aspectos considerados, podemos señalar que la oferta en el SIN, ha tenido un desempeño positivo, sin embargo quedan otros aspectos a considerar para tener una apreciación más precisa, como las pérdidas de energía, el comportamiento del mercado a la vista (spot) entre otros .
INTERROGANTES
Sin embargo, hacia el futuro, quedan interrogantes importantes, como por ejemplo, ¿cuál es la estrategia de la expansión del sistema de generación del SIN?, ¿cuál es la meta de participación de las energías renovables no convencionales?, ¿seguirá el Estado boliviano realizando las inversiones necesarias?, ¿se viabilizará la asociación público – privada para la realización de las mismas?, ¿se potenciará en el mediano plazo la inserción de la generación distribuida?
En el mes de febrero de 2020, el Comité Nacional de Despacho de Carga presentó a las autoridades del sector eléctrico el Plan de Expansión de Largo Plazo del Sistema Interconectado Nacional para el periodo 2020 – 2036; al respecto caben dos tareas, la primera relacionada con la actualización del mismo, relacionada con los cambios de las proyecciones de la demanda, tomando en cuenta los efectos de la pandemia COVID 19, y la segunda una vez realizada la actualización, su publicación para el conocimiento de los diferentes estamentos de la sociedad, y establecer la discusión que permita considerar la forma en que dicha expansión se financiaría.
Consideramos que es esencial abrir la discusión sobre los aspectos que se mantienen como interrogantes, para legitimar las políticas públicas que el Estado boliviano, a través del gobierno se pretenden implementar.
* Oswaldo Irusta, analista energético