
Las finanzas sostenibles impulsan el desarrollo económico responsable. A medida que el país supere las barreras regulatorias y fomente la integración de los principios ESG en las empresas, podrá posicionarse como un líder en la promoción de la sostenibilidad en la región.
El sector energético en Bolivia tiene un papel elemental en la transición hacia una economía más sostenible y baja en carbono, y la financiación sostenible está emergiendo como una herramienta fundamental para impulsar este cambio. A medida que el mundo prioriza la sostenibilidad, las instituciones financieras y las empresas energéticas bolivianas comienzan a explorar nuevas formas de movilizar capital hacia proyectos de energías renovables, que no solo reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también mejoren la competitividad del país en el ámbito internacional. La adopción de instrumentos financieros innovadores, como los bonos verdes, representa una oportunidad significativa para promover un desarrollo energético más limpio y responsable.
En Bolivia, las finanzas sostenibles se encuentran en una fase inicial, pero ya se han logrado avances importantes que sientan las bases para un futuro más prometedor. Las instituciones financieras locales han comenzado a integrar criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en sus procesos de gestión de riesgos, lo que les permite evaluar el impacto ambiental y social de sus inversiones. Aunque este enfoque está aún en desarrollo, representa un paso crucial hacia un sistema financiero más alineado con los objetivos de sostenibilidad globales, explicó Daniel Montenegro, CEO y Co fundador de Greenworks, firma especializada en finanzas sostenibles.
Uno de los avances más relevantes en este ámbito ha sido la emisión de bonos temáticos, que marcan el inicio de una nueva era en el financiamiento de proyectos sostenibles en Bolivia. El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) emitió un bono ambiental, mientras que Banco Sol lanzó un bono social, enfocado en la inclusión financiera de sectores vulnerables. Estos bonos han abierto una vía de financiamiento esencial para proyectos que tienen un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, aclaró Montenegro.
El compromiso del sector bancario boliviano con la sostenibilidad también está en aumento. Las entidades financieras están implementando medidas progresivas para alinear sus operaciones con los principios ESG, lo cual es un primer paso fundamental para fomentar un mercado de finanzas sostenibles más robusto en el país. A medida que este enfoque gane fuerza, se espera que la oferta de productos financieros responsables continúe creciendo, facilitando el acceso a capital para proyectos alineados con la sostenibilidad.
Las finanzas sostenibles representan una gran oportunidad para Bolivia, especialmente en sectores como la energía, la agricultura, los recursos hídricos y la infraestructura. Estos rubros, esenciales para el desarrollo económico del país, pueden atraer inversiones que no solo impulsen su crecimiento, sino que también contribuyan a la transición hacia una economía más resiliente y menos dependiente de los combustibles fósiles, dijo el CEO de Greenworks.
El sector energético, en particular, tiene un enorme potencial para beneficiarse de las finanzas sostenibles. Bolivia posee abundantes recursos naturales para desarrollar energías renovables, como la solar y la eólica, lo que podría reducir significativamente su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. La financiación de proyectos de energías limpias puede realizarse a través de bonos verdes y otros instrumentos financieros especializados, que ofrecen condiciones atractivas para las empresas comprometidas con la sostenibilidad, añadió.
Asimismo, dijo que el sector agrícola es otro que puede beneficiarse enormemente de las finanzas sostenibles. La adopción de prácticas agrícolas sostenibles es esencial para mejorar la productividad y garantizar la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático. Proyectos que incorporen tecnología agrícola avanzada, gestión eficiente del agua y prácticas de agricultura climáticamente inteligente pueden acceder a financiamiento sostenible, lo que les permitiría desarrollarse de manera más resiliente y responsable.
El manejo de los recursos hídricos también es una prioridad para Bolivia. El país enfrenta importantes desafíos en la gestión del agua debido al cambio climático, y la inversión en infraestructuras hídricas eficientes es esencial para mitigar la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos. Proyectos que mejoren el acceso al agua potable y optimicen el uso de los recursos hídricos son ideales para recibir financiamiento a través de instrumentos sostenibles.
Por último, el sector de la construcción presenta otra oportunidad importante para la movilización de capital sostenible. Las edificaciones verdes y los proyectos de eficiencia energética pueden acceder a financiamiento responsable que les permita cumplir con estándares internacionales, como la certificación EDGE, mejorando la sostenibilidad de las ciudades bolivianas y reduciendo su huella de carbono.
Principios ESG en las
empresas bolivianas
Para que las finanzas sostenibles alcancen su máximo potencial en Bolivia, es esencial que las empresas integren los principios ESG en su gestión diaria. La adopción de estándares de gobernanza corporativa que fomenten la transparencia y la rendición de cuentas es fundamental para generar confianza entre los inversionistas y asegurar que las decisiones empresariales se alineen con los objetivos de sostenibilidad.
El aspecto social también es importante en la integración de los principios ESG. Las empresas deben adoptar prácticas laborales responsables, promoviendo la diversidad, la inclusión y la equidad en el lugar de trabajo. Estas prácticas no solo benefician a los empleados, sino que también mejoran las relaciones con las comunidades y fortalecen la reputación corporativa.
Las empresas pueden comenzar con acciones simples, como la reducción de residuos y la optimización del uso de recursos, lo que puede generar un impacto sin requerir grandes inversiones iniciales. A medida que estas prácticas se consoliden, las empresas estarán mejor posicionadas para atraer inversiones sostenibles y competir en mercados internacionales que valoran la responsabilidad ambiental, acotó Montenegro.
Barreras regulatorias
A pesar de los avances, Bolivia enfrenta importantes barreras regulatorias que dificultan el desarrollo pleno de las finanzas sostenibles. Una de las principales limitaciones es la falta de definiciones claras sobre qué actividades califican como sostenibles. Sin una taxonomía sectorial adecuada, los emisores e inversionistas enfrentan incertidumbre sobre qué proyectos son elegibles para financiamiento responsable.
Además, es necesario fortalecer el marco regulatorio para asegurar la correcta cuantificación y monitoreo del impacto ambiental y social de los proyectos financiados. Sin un marco legal robusto, es difícil generar la confianza necesaria para atraer inversiones sostenibles a largo plazo, señaló Montenegro.