“No podemos dar marcha atrás con el etanol” (Entrevista)
El economista Hugo Rodríguez fue el representante de la Cainco en el Foro Económico Sectorial 2019, organizado por la carrera de Ingeniería Económica de la UPSA, donde resaltó las virtudes del proyecto de biocombustibles para Bolivia.
Después de seis meses de implementarse el Proyecto Etanol, ¿Cuál es el balance que hacen los empresarios hasta aquí?
El aporte al PIB del Proyecto del Etanol es 0,5 puntos porcentuales del PIB en promedio para los siguientes ocho años, eso por una parte. Por otra parte, está el alivio a las finanzas públicas: estamos hablando de una contribución de más de 400 millones de dólares en lo que se refiere a los impuestos que se generan por la construcción, las actividades agrícolas, la importación de los bienes de capital necesario para la actividad.
Por otra parte está también el ahorro en las importaciones y eso es a nivel continuo, digamos año a año. Un tercer punto tiene que ver con el empleo, puesto que son casi 27 mil fuentes de trabajo que se generan: 12 mil directas y 15 mil indirecta. Un último punto, no menos importante, es que es un alivio a la emisión de gases de efecto invernadero, de aproximadamente 6%.
Esta es una inciativa de Cainco y de los ingenios azucareros asociados a esta Cámara. Desde el principio trabajamos de manera muy proactiva, con una visión nacional y con una manera de favorecer al crecimiento tanto de la región, pero también a nivel nacional.
¿Cuánto se ahorra en subsidios de importación de gasolina y aditivos?
Nuestras estimaciones son aproximadamente 20%. Las inversiones del sector privado que se han reportado superan más de 130 millones de dólares y eso debería tener ya los efectos en ampliación de la frontera (agrícola), en la producción de caña, en la producción del etanol y en la gasolina que se deja de importar.
Sin embargo los cañeros y los ingenios han tenido algunas dificultades en el tema logístico…
Como todo en la vida, yo creo que a veces se tiende a sobredimensionar las cosas. Lo nuevo tiene su proceso de implementación, en este caso por una parte la burocracia del sector público ha ido en contra de los planes, pero la ley (del Etanol)y la normativa están.
Pasando al tema logístico esperemos que se resuelva muy pronto también. Pero lo importante es que ya se ha hecho. Bolivia ya ha ingresado para quedarse en la era de los biocombustibles, en particular del etanol, aunque hemos sido uno de los últimos países en incorporar el etanol en la matriz energética.
Algunas firmas automotrices, sin embargo, han indicado que algunos fabricantes de vehículos recomiendan solo una mezcla del 10% de alcohol en la gasolina y no el 12% como lo tiene el Súper Etanol 92.
Ahora toca trabajar con las automotrices. Y esta es una opinión muy personal, en generar la certidumbre que requiere el caso y tener un plan de importación de vehículos que soporten hasta un 25% (de alcohol) que ese debería ser el plan, el objetivo.
Porque en otros países llegan las mismas marcas. Por ejemplo, yo veía la foto de un Nissan March que es flex fuel, entonces todo pasa sentándose en una mesa de diálogo, rectificando aquello que de inicio pudo no haberse hecho bien, y tener un plan de cinco años para que tanto importadoras, YPFB, como el sector cañero productivo produzcan la suficiente caña y alcohol para llegar a una mezcla 20-25%; que YPFB tenga las instalaciones adecuadas y el sector automotriz se adecue, y la oferta de vehículos importados tenga ese soporte.
La Cámara Automotor Boliviana ha dicho que se debería importar y tener algún incentivo para vehículos con motores flex, sin embargo el costo de importación y documentación es muy alto en Bolivia…
Sí, la burocracia y, sobre todo, la tramitología en temas de comercio exterior es a veces tediosa. Sin embargo lo hacen, porque sino, no tendríamos el parque (vehicular) que tenemos ahora.
Pero yo quiero recalcar que no podemos dar marcha atrás. El etanol es un combustible amigable con el medio ambiente, genera beneficios tanto para el sector público como para el sector privado y para la población. Pero no solo deberíamos llegar ahí, hay que investigar temas de, por ejemplo, vehículos eléctricos o vehículos nativos impulsados a gas natural vehicular. El gas natural en Bolivia es un recurso que es excedente, así que tenemos todavía mucho por hacer adelante.
¿Cuáles son los desafíos que se han identificado para seguir con el Proyecto Etanol?
Como le decía, todavía hay algunas cosas que hay que ajustar entre los actores. Por ejemplo, YPFB con toda la logística y la capacidad de almacenaje; las estaciones de servicio tienen también que invertir, poner su cuota aparte. Entiendo que lo están haciendo porque es de beneficio para estos actores. Y toca a los medios de prensa buscar y tocar las puertas de gente que tiene los elementos técnicos para aquello, porque de inicio hubo muchas cosas en contrario. Sobre todo, vienen varios analistas de occidente que hablan sobre temas de deforestación o temas de costo-beneficio que no le hacen al caso.
Este es un proyecto con visión nacional que beneficia tanto el sector público como al sector privado y a la población en su conjunto, porque vamos a tener una gasolina de mejor calidad.
¿La Cainco está trabajando en el Proyecto Biodiésel?
Estamos trabajando en varios proyectos, siempre con esa visión nacional que caracteriza a Cainco regional y nacional. Estamos con el tema del biodiésel por una parte y también con el proyecto de gas natural vehicular (GNV). Pero también hubo una inversión importante en la que ha participado Cainco, que es Diamante Santa Cruz, donde se muestran las potencialidades para energía eólica, la energía solar, la energía hídrica en lo que se refiere a (el proyecto) Rositas, por ejemplo.
¿Cuándo se podría efectivizar el Proyecto Biodiésel?
Estamos todavía trabajando, hay que discutirlo, hay que hablar con mucha gente porque hay varias posiciones antagónicas, entonces no me animaría a dar una fecha. Lo importante es que estamos trabajando como le decía Don Quijote a Sancho, lo importante es caminar. Si los perros ladran es porque estamos caminando.
¿Puede ser factible este año?
Esperamos que sí. Bolivia tiene un parque automotor de diésel importante. No tengo la cifra en la cabeza, pero fíjese usted, todos los vehículos pesados se impulsan con diésel y la demanda es importante, la importación es importante y el subsidio, en consecuencia, también. Así que esperamos hacerlo lo antes posible y presentar alternativas también al respecto.
PERFIL
Economista con una licenciatura del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Tiene una Maestría para el Desarrollo de la Universidad Católica Boliviana y una Maestría en Economía en la universidad de Boston (EEUU).