Jorge Cordero: “No hay nada que hacer con el excedente”
El presidente de ENDE Corporación aseguró que el sector eléctrico apunta a las energías renovables, solar y eólica para evitar el consumo de gas en las centrales termoeléctricas y aprovechar los excedentes para exportación.
El presidente de la Empresa Nacional de Electrificación ENDE, Jorge Cordero concedió una entrevista a Energy Press y realizó un diagnóstico del sector, señaló que el excedente de energía no es posible exportar, excepto realizar fuertes inversiones en infraestructura, además indicó que hasta que se logre construir las líneas de exportación, la demanda habrá llegado a consumir toda la producción ofertable.
—¿Hace cuánto recibió usted el mando de ENDE, y en qué situación la recibe? Ya realizó algunos diagnósticos?
Estoy un poco más de dos meses a cargo de la presidencia de ENDE. He recibido la empresa, en condiciones bastantes problemáticas, digámoslo así. La empresa está con varios problemas de diverso orden: está ejecutando proyectos de mucha inversión que no han sido definidos con una planificación racional como pasa en el resto del mundo; simplemente ha habido una inversión en centrales termoeléctricas e hidroeléctricas.
Entonces eso ha derivado en una sobreoferta de potencia, ahora casi duplica la capacidad de oferta frente a la demanda, y eso puede ser bueno para el consumidor, pero puede se malo para el sector en conjunto, porque significan problemas económicos para las empresas eléctricas. En ese sentido, tenemos un periodo bastante complicado porque tenemos que ir subsanando, resolviendo este problema de la sobreoferta. Es demasiada inversión sin uso que vamos a tener.
—¿Hay proyectos que se han paralizado de repente por la coyuntura política-económica, o tal vez se ha dado una pausa a nivel nacional dada la sobreoferta?
No. Lamentablemente no. Los proyectos de gas, que se llaman ciclo combinado, están en su fase final, casi ya en su periodo de pruebas para operación comercial.
Hay dos proyectos hidroeléctricos, grandes que ya empezaron y no podemos pararlos, porque parar ahora sería olvidarnos de la inversión, y son grandes inversiones realizadas.
Ahí faltan muchos años más de trabajo para que los proyectos terminen. Entonces es difícil parar, debemos terminar eso y simplemente esperar que la demanda crezca para poder usar las centrales.
—¿Y qué hacemos con la sobreoferta que tenemos en el mercado?
Lamentablemente le digo, no se puede hacer mucho, porque esa sobreoferta se va absorber en el tiempo. Lo malo es que será en mucho tiempo, yo estimo unos diez años que nos va tomar absorber toda esa sobreoferta, y en todo este tiempo no se puede hacer nada.
Mucha gente, cree que es fácil exportar y no es así. Para exportar algo de esta sobreoferta hay que invertir más dinero en líneas de transmisión, y toma mucho tiempo. Cuando hagamos todo eso (construir las líneas), la demanda del país habrá crecido y vamos a estar sin energía para exportar.
—¿En este momento no se perfilan nuevos proyectos en el sector eléctrico por este motivo?
No, no existe ningún otro proyecto, pero sí hay varios proyectos de energía renovable que son solares y eólicos, lo que hará reducir el consumo de gas en las termoeléctricas y eso ayudará en el consumo de gas en el país. Ese gas se podrá exportar a la Argentina, por ejemplo, y ese creo que es mejor negocio para el país.
—¿Entonces no hay ningún avance con respecto a la exportación, o a la infraestructura que se necesita para exportar? Aunque también se necesita tener las mismas frecuencias que otros países, ¿cierto?
Si, por ejemplo en Brasil la frecuencia es 60 y en Bolivia 50, entonces eso implica mucho equipo y mucha inversión, para corregir esa situación.
—¿Si quisiéramos exportar electricidad a la Argentina, cuánto necesitaríamos invertir en infraestructura, por ejemplo?
De hecho hay un proyecto fallido de exportación a la Argentina. Hay una línea de transmisión que va desde Yacuiba hacia el sur, que está por terminarse que empezó la anterior gestión de ENDE con la intención de vender excedente de energía a ese país vecino.
Pero resulta que en la Argentina el precio de la energía eléctrica es más barata que la que podemos ofrecer nosotros.
Por lo tanto, tenemos la Planta de Tarija, la Termoeléctrica del Sur, y vamos a completar la línea de 70 kilómetros en territorio argentino para llegar a una subestación para poder entregar nuestra energía; pero no podemos entregar nuestra energía, porque el precio nuestro es más alto de lo que hay hoy en ese país.
Entonces las interconexiones funcionan cuando hay un interés permanente en un país. Para exportar energía eléctrica no se puede pensar en mercados de competencia como es el argentino hoy día.
Yo defiendo la idea que las exportaciones tienen que estar basadas en contratos previamente firmados entre países con cantidades y precios definidos, solo así Bolivia podría invertir en construir centrales hidroeléctricas y termoeléctricas y líneas de transmisión, pero si no tenemos un contrato que nos garantice la venta y el precio, estamos haciendo un mal negocio.
—¿Los precios de electricidad se mantendrán en el mercado interno?
No sé como van a evolucionar los precios en el mercado interno de gas. Pero por eso estamos trabajando en las energías renovables, como las plantas solares en Oruro que a fin de año estará con 100 MW, hay varios proyectos de plantas solares en el Beni y energías eólicas hay en Santa Cruz, justo al lado de la Termoeléctrica de Warnes para tratar de reducir nuestro consumo de gas.
—¿Entonces qué se va hacer con todas esas plantas termoeléctricas, con toda esa inversión?
No se puede hacer nada. Como le dije, están terminando esas plantas y están en fase de prueba. En tres o cuatro meses van a poder operar al 100%, y además son más eficientes que las turbinas a gas antiguas que teníamos en Guaracahi, o Valle Hermoso en Cochabamba. Entonces estas nuevas centrales de ciclo combinado van operar, pero van a dejar sin uso a las turbinas que teníamos. Entonces es el problema económico para la empresa, porque antes operaban y recaudaban dinero, pero ahora ya no van a poder operar porque toda esa energía la va generar el ciclo combinado, que es más eficiente, más barato.
—¿ENDE tiene endeudamiento con alguna empresa, o solo por créditos?
Todos estos proyectos han sido financiados por el Banco Central de Bolivia, por una parte, y préstamos del exterior. Hoy no estamos con ese problema para repagar esa deuda. Estamos recién en el periodo de amortización, que es cuando el servicio de la deuda sube sustancialmente, por ahora estamos sin mayor problema financiero, hasta que se inicie el periodo de amortización.
—¿Existen proyectos de energía limpia en Santa Cruz?
Sí, tenemos proyectos solares, que se financian con apoyo europeo, a través de entidades y donaciones, porque el costo por kilovatio es más barato que una turbina de gas o que una central hidroeléctrica.