Stefan Duppel: “Exportación e Importación de Alemania desciende un 10% y 12%”
El Embajador de Alemania en Bolivia, dijo que en 2019 se asignaron 34 millones de euros para la cooperación financiera en el sector de energías renovables en Bolivia. Tienen en la mira tres proyectos de energía fotovoltaica, eólica e hidroeléctrica.
La relación comercial entre Bolivia y Alemania sin duda tiene una larga data. ¿Cuáles son los hitos que puede destacar?
En la larga historia de intercambio comercial y económico se puede ver que las relaciones entre Bolivia y Alemania se basan principalmente en el traspaso de tecnologías (maquinaria, aparatos electrónicos). Empresas como Siemens han contribuido decididamente en la construcción de infraestructura energética. Durante décadas Alemania exportó maquinaria para minería, que hoy en día se sigue utilizando en algunas cooperativas. En el otro sentido, en los años 50 y 60 del siglo XX, aproximadamente el 90 por ciento de los productos exportados hacia Alemania provenía del sector minero: el estaño representaba dos tercios; y el resto, plomo y otros minerales.
Un símbolo especial de nuestras sólidas y duraderas relaciones económicas es, por supuesto, la Cámara de Comercio e Industria Boliviano-Alemana (AHK), la Cámara binacional más grande de Bolivia, que el año pasado celebró 65 años de existencia.
¿Cuáles son los rubros que mayor actividad comercial registran entre ambos países?
Ahora mismo, las máquinas alemanas, los productos químicos, automóviles y sus partes, aparatos electrónicos e instrumentos de medición son los más importantes insumos que vienen a Bolivia. Alemania consume, sobre todo, productos agrícolas como nuez del Brasil, quinua y minerales.
Lo que verdaderamente se exporta con estos productos es la transferencia de conocimiento, el know-how. Conocemos empresas pequeñas de Alemania que exportan taladros y vienen hasta Bolivia para demostrar su producto. Sabemos de otras empresas que llevan a bolivianos a Alemania para introducirlos a nuevas maquinarias/tecnologías.
Sin embargo, lo que no reflejan las estadísticas es el hecho de que numerosas empresas alemanas producen en el continente latinoamericano. Un ejemplo es la industria automovilística en Brasil, Argentina o México. De ahí, la producción encuentra su camino hacia Bolivia.
¿Cómo apoya Alemania al desarrollo de países como Bolivia?
Alemania apoya a Bolivia de diversas formas en temas como protección del clima y del medio ambiente, salud, energía, equidad de género, democracia, Estado de derecho, libertad de prensa y derechos humanos.
Por otra parte, nuestro intercambio en el campo académico y científico sigue siendo importante. El Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), a través del trabajo de su Lectorado, se ha posicionado muy bien en la cooperación entre universidades y en el intercambio de profesionales.
En este punto me gustaría enfatizar que Alemania canalizó su apoyo en la crisis del coronavirus a través de organismos internacionales con el fin de apoyar su trabajo, especialmente en América Latina y en Bolivia. Para ello, el gobierno alemán ha puesto a disposición más de 2.500 millones de euros para el trabajo de Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y también el FMI. A través de esa ayuda ahora se puede financiar, por ejemplo, el Bono contra el hambre.
¿Cuáles son las expectativas con el nuevo escenario político, en el marco de negociaciones entre Alemania y Bolivia, sobre posibles nuevos proyectos?
El mayor y más inmediato desafío para Bolivia –como en todo el mundo- es superar la crisis de salud provocada por la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. Además, la crisis debería servir para una necesaria modernización sobre todo en temas de energía, protección del medio ambiente etc.
Por supuesto que resolveremos la crisis de manera conjunta en el marco de un diálogo igualitario con Bolivia, tanto con el gobierno como con la sociedad civil boliviana. Como en el pasado, nuestra preocupación es apoyar a Bolivia en su camino hacia la estabilidad política y económica. Las elecciones, cuya implementación apoyó Alemania, son un primer éxito. A partir de esto podemos seguir construyendo.
¿Se tiene algún informe o cifras de cómo afecta o impacta la pandemia en los proyectos de Alemania en Bolivia?
Respeto del comercio bilateral, sabemos que entre enero y septiembre de este año hubo un descenso del 12% en la importación de productos alemanes. Y las exportaciones bolivianas hacia Alemania bajaron en 10%, respecto del año anterior. Si bien no se puede cuantificar monetariamente este hecho, es claro que la pandemia ha imposibilitado varias negociaciones y ferias internacionales en ambos países.
El avance de ejecución de proyectos, en especial en aquellos relacionados con la construcción de infraestructura, ha sido seriamente afectado. Sin embargo la pandemia también abre nuevas posibilidades de cooperación: varios de los proyectos han incorporado nuevas componentes relacionadas con el covid-19, por ejemplo campañas de medidas de prevención, fortalecimiento y capacitación del personal y elaboración de protocolos de bioseguridad en los sectores público y privado.
¿Cuál es presupuesto del gobierno alemán destinado a Bolivia para los próximos cinco años?
Al igual que Bolivia, Alemania también planifica de gestión financiera en gestión financiera. Por lo que no es muy fácil asegurar cuánta financiación está prevista para los próximos cinco años.
Sin embargo, se tiene planificada una nueva asignación para las negociaciones intergubernamentales que se llevarán a cabo en 2021. Todavía es muy temprano para hablar de cifras futuras, pues estas aún no han sido aprobadas por el parlamento en Alemania. Puedo mencionar que en 2019 se asignó 34 millones de euros para la Cooperación financiera en el sector de energías renovables. Se tiene tres posibles proyectos identificados: uno para energía fotovoltaica, otro para energía eólica y un último para energía hidroeléctrica.
Por otra parte sabemos que la pandemia nos acompañará durante un buen tiempo, y hay que seguir trabajando de manera conjunta. Es por eso -y en base a las falencias y necesidades identificadas por nuestro grupo de Expertos de Intervención Rápida en Salud (SEEG) que estuvo en Bolivia en octubre pasado- que estamos explorando otras posibilidades de cooperación y apoyo al gobierno y al sector salud en específico. Así continuaremos fortaleciendo nuestras capacidades para enfrentar un posible rebrote en Bolivia.
¿En el tema del litio, Alemania está interesada en el desarrollo del proyecto?
Se trata de un proyecto a gran escala en el que, con apoyo de ambos gobiernos, las empresas involucradas llevan ya tres años trabajando. Alemania sigue convencida de las ventajas del proyecto para ambas partes. Por las conversaciones que he mantenido con la parte boliviana, tengo la impresión de que el interés continúa. Esperamos que el nuevo gobierno trabaje en este sentido y tome medidas que garanticen que el proyecto -para el que existen acuerdos vinculantes- no se detenga.